miércoles, 21 de marzo de 2018



Parece que hay que esperar a que te mueras para que hablen bien de ti. Solo cuando alguien nos abandona se escuchan expresiones del tipo “Fue un gran tipo” “gran amigo de sus amigos” “un compañero de trabajo excelente” “Super agradable como persona” “un gran jefe”…. Cuando uno está vivo la cosa cambia (sobre todo entre los españoles que ya se sabe lo envidiosos que somos) y nos destrozamos verbalmente los unos a los otros. Sin embargo, y por esa tendencia a lo políticamente correcto que tenemos los adultos, y al temor a haber opinado de más, nos vemos obligados moralmente a arreglar los comentarios después de haberlos vertido. Así, tras una sentencia del tipo “no sé cómo le han dado ese puesto si no tiene ni puta idea” “no sé cómo aun no le han echado si es un puto incompetente” “es otro friki como todos los directores de administración anteriores, seguro en el colegio le robaban el bocadillo” “es el jefe más cabrón que he tenido” nos vemos obligados a finalizar con un “pero no es mala persona”. Bueno, ese no es mi caso: yo si soy mala persona. Y, si he de ser sincero, creo que es lo normal y que debemos de ser más los que pertenecemos al grupo de los cabrones que los que forman parte del colectivo “no malas personas”. Porque soy mala persona? Me encantar entrar al FaceBook solo a buscar al guapito de mi colegio y ver que ahora su puto pelo lacio y rubio de mierda se la ha caído y está más calvo que Mr. Proper, encontrarme por la calle a la Super buenorra del colegio que nunca quiso saber de mí y ver que esta gorda y fea, saber que el profesor de matemáticas que tan mal me lo hizo pasar murió de insuficiencia renal el año pasado, que el cura que siempre me mandaba a confesarme y me decía que la masturbación es lujuria y me iba a quedar calvo si lo seguía haciendo resulto un pederasta y lo han excomulgado, que mi amigo que sus padres tenían pasta y lo enviaban a Londres lo veranos y a esquiar en invierno ahora es un mil-eurista y cuando salimos a comer tengo que invitar yo, me gusta cuando mi mujer me cuenta que su vecina (la que parece ser tan feliz con su marido) esta Super insatisfecha sexualmente porque su marido la tiene pequeña, que a Paco “el cachas del Gym” no se la pone dura por los esteroides que se mete , que aquel cabrán que, de joven, tocaba la guitarra al ritmo que entonaba “yo quiero tener un millón de amigos y así mas fuerte poder cantar…” mientras nos forzaba a agarrarnos de las manos y encender velas tuvo un problema con la cera caliente de una vela y le tuvieron que amputar parte del pene, que aquel amigo que siempre encuentra “chollos” y compra el mismo coche que yo pero a mitad de precio, el mismo boleto de avión que yo pero por la cuarta parte pero siempre para él, nunca para ti, se compró una bicicleta de montaña mejor que la mía a mitad de precio se la robó el amante de su esposa, disfruto cuando Cristiano Ronaldo no mete goles, cuando España queda ultima en Eurovisión, cuando los ricos y famosos tienen problemas como yo, me encanta ver patinarse y caerse a la camarera que se molestó porque le dije “me pones un gin tonic, guapa?”, amo llegar a la cancha de tenis y sacar a los jugadores anterior con la frase “time’s up”, disfruto ocupando la última plaza de un parking mientras el que viene detrás de mí tiene que ponerse a dar vueltas, llevarme las ultimas donas de la pastelería para que la pareja de gordos de detrás de mí se jodan, me encanta asegurarme que, en una noche de copas, si no yo follo mis amigos tampoco lo hacen, que hay más agradable que tirarte un pedo en un lugar público y culpar a otro? No es agradable entrar en una conversación donde se está hablando de alguien que no te cae bien y soltar, “y tú no sabes las ultimas…. Menudo pajarraco el tipo”… pues lo dicho, que soy un mal tipo.