viernes, 25 de octubre de 2013

Contratos Familiares

El otro día mi hijo me pidió permiso para salir a cenar con los amigos. Y pensé que era una oportunidad inmejorable para confraternizar con él y sus compinches y hacerme parte del grupo. Así que le dí mi autorización y  me aparecí a la hora de la cita con mi mejor aspecto juvenil moderno: jeans ajustados, camiseta negra remangada hasta los hombros, botas camperas, cinturón de hebilla ancha, tupe engominado y los pulgares en los bolsillos delanteros apoyado en la bicicleta que me alquilé para la ocasión. Asimismo dediqué unas horas a repasar el vocabulario y expresiones juveniles del tipo: eso está chachi, esa chica es un bombón, me lo paso guay del Paraguay, que pasa tronco?, vamos a mover el esqueleto a la disco?, como mola la gramola y este tipo es la monda me parto de risa.
Pero para mi sorpresa mi hijo se negó a dejarme ir con él y sus amigos y llego, incluso, a negar que yo fuera su padre. Les dijo a sus amigos que yo debía de ser un loco que se había escapado del manicomio. Ni ofreciéndoles dinero me dejaron acompañarles los muy desaprensivos. Evidentemente ellos se lo perdieron porque tenía ideas tan buenas para el grupo como hacernos camisetas con nuestros rostros o un tatuaje con nuestros nombres.

Me quedé tan preocupado que al día siguiente cuestioné a mi hijo “qué pasa, no te gusta que sea uno más de vosotros? Creí que éramos “amigos” y que siempre seriamos un Team. Si esto es así, que será cuando sea viejo?” y el tipo va y me dice “pues cuando seas viejo yo te pagaré una señora para que te cuide en tu casa. Porque yo estaré viviendo en California, bien lejos.”

Y con este comentario, más lo que leo en los periódicos de abuelos abandonados en las cunetas de las carreteras o en las gasolineras cuando van a mear, llegué a la conclusión de que tengo que prevenir mi futuro para no quedarme solo y haber desperdiciado todos estos años de mantener y cuidar de mi hijo. Así que he decidido que le voy a poner a firmar unos contratitos al colega.
Como es menor de edad estoy obligado a mantenerlo hasta los 18 años. Pero no estoy obligado a quererlo. Así que si quiere que le mantenga el cariño y el amor me va a tener que reconocer una deuda, al cumplir los 18 años, por todo ese tiempo de ternura que le habré dedicado. Esa deuda deberá pagarla a partir de que yo tenga 65 años. Y como soy su padre, y no quiero abusar, no le cobraré intereses: bastara que de los 65 a los 83 años me devuelva todo el cariño, amor y ternura que yo le brinde en sus primeros 18 años de vida.
Y a partir de los 18 años, y considerando que ya no estoy obligado a mantenerle, vamos a empezar a negociar. Quiere una buena universidad? Se la pago. Quiere un coche? Se lo compro. Quiere alojamiento y manutención en mi casa? También lo tendrá. Ropa, una paga semanal, la nevera llena, condones, aire acondicionado en la casa, habitación propia….. Todo para el rey. Hasta regalos para su cumpleaños y para papa Noel. Pero junto con cada concesión un pequeño contratito del tipo “por la presente reconozco que mi padre me está brindando alojamiento, manutención, bla bla bla por valor de tantos US$ al mes. Deuda que tengo intención de pagar a partir de que mi padre cumpla los 65 años.”

De esta forma me aseguro que a los 65 años dispondré tanto de cariño como de ingresos fijos. Por supuesto este dinero no lo emplearé para mi sino que lo revertiré sobre mis nietos y amigos. Pero tampoco lo repartiré al azar ni de manera uniforme sino que, como todo en la vida, cada nieto tendrá que ganárselo. Así que distribuiré un documento entre mis nietos y amigos donde listaré los beneficios de visitarme y darme cariño. Por ejemplo:

·         Visitarme por mi cumpleaños ……. 20€
·         Acompañarme a todos los partidos del Athletic ……. Te saco el abono de temporada.
·         Acompañarme en un viaje por el mundo y cuidarme y como darme conversación ….. te pago el viaje.
·         Traerme a tu novia adolescente a cenar a casa ….. pago la cena y 20€ para cada uno.
·         Que tu novia adolescente me diga que me veo bien para mi edad y me deje manosearla un poco … de 50€ a 300€ para tu novia (dependiendo de lo complaciente de la niña).
·         Llevarme a pasar una temporada a tu casa con tu familia y tratarme con cariño …. 2,000€ al mes si es todo incluido.
·         Acompañarme al médico cuando lo necesite …. 50€

Y así se extendería la lista según las necesidades. Al fin y al cabo ese dinero que me gaste en mi hijo, nietos y amigos comoquiera se lo van a quedar ellos cuando yo me vaya. De esta manera, al menos, sabré que mientras tenga dinero tendré cariño y familia.

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