Triste
y penoso es el camino del perdedor. Más, sin embargo, es de obligado
cumplimiento su recorrido antes de poder convertirse en un winner.
Y
si no que se lo pregunten al colega que anoche, cual discípulo acompañando a Jesús
a la cima del monte para su crucifixión, caminaba tratando de mantener la
dignidad junto a una experimentada animadora y camino a lo que él, sin duda,
esperaba fuera una noche de éxito.
El pobrecillo abandonaba la seguridad y el lujo del complejo hotelero adentrándose en inhóspitas y peligrosas tierras buscando un momento de placer, unos minutos de gloria, la guinda del pastel con el que complementar, brillantemente, su experiencia vacacional en el Caribe.
El pobrecillo abandonaba la seguridad y el lujo del complejo hotelero adentrándose en inhóspitas y peligrosas tierras buscando un momento de placer, unos minutos de gloria, la guinda del pastel con el que complementar, brillantemente, su experiencia vacacional en el Caribe.
La
verdad? Sentí lastima por él, por él y por todos aquellos que, en algún momento
de nuestras vidas, nos hemos visto obligados a abandonar los amigos, y aun
nuestra autoestima, buscando el triunfo en forma de polvito del sábado por la
noche tras cena y copas con amigos.
Cuando
cualquiera de nosotros, experimentados españoles (que aquí en dominicana la
cosa varía sustancialmente) perdedores de nuestras épocas adolescentes, vemos
una situación similar, no podemos sino sentir simpatía por el infeliz ya que,
en realidad, nos vemos tristemente reflejados en el looser ambulante.
Que
hay peor que acabar una noche de tragos con amigos con la más fea del último
grupo de tías que conociste y, encima, tener que convencerla de que eres su
mejor (y única) opción de tener sexo en los próximos 5 anos? Que a menos que se
conjuren Saturno con Júpiter en luna menguante es literalmente imposible que
otro tipo se fije en ella más que para tirarle un plátano?
Y
es que ya esta bueno de tías feas y estrechas. Señoritas y señoras: hay una
regla básica de la existencia humana que proviene del inicio de los tiempos y
que ha permitido a la humanidad reproducirse y llegar a su situación actual: si
eres gorda y fea tienes que ser fácil. Y si además pasas de los 30 tienes que
ser complaciente. Y si pasas de los 40 saber cocinar. Ya esta bueno de creerse
la reina del mundo si eres más fea que Picio y tienes un carácter que no te
aguanta ni Blas el intrépido.
Sinceramente
que, anoche, me dieron ganas de bajar del coche y darle un abrazo al tipo y
decirle "hey, tranquilo, los hombres del mundo te entendemos. Desperdicia
unas horas de tu tiempo diciéndole lo bonita e interesante q es y luego te lo
cobras a lo grande: con uno de esos famosos polvos de perdedores". Polvos
que suelen durar 2 minutos puesto que el
romeo-looser está bastante desesperadillo (más aun si es de Bilbao donde todo
el mundo sabe que follar no es pecado sino milagro).
Pero
lo peor viene después, cuando nuestra “victima” (quien será la víctima en
realidad?) y tras el acto amoroso nos querrá convencer de que ella,
normalmente, no hace eso en la primera noche que conoce a alguien. Que,
realmente, no sabe lo que le ha ocurrido. Que qué va a pensar el de ella?
Que
en realidad ella no es así, pero él le gusto tanto y, por cierto, le hace
sentir tan especial que perdió los papeles….
Es en este momento cuando el looser tiene su
gran oportunidad de convertirse en winner y decirle abierta y dulcemente “pero cariño, mi amor lindo, que voy a pensar
de ti…? Pues que eres un zorron del 7. Y ahora me marcho a ver si tengo suerte
y mis colegas aun están tomando tragos y llego a tiempo para la última copa” y,
alegre y orgullosamente, se levanta, se viste y se marcha a buscar a los
amigotes.
Y hablando de perdedores, y a pesar de mi último artículo,
mi novia me volvió a robar la camioneta hoy.
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